RECORRIDO
CIRCULAR
DIFICULTAD
BAJA
DISTANCIA
2,2 km
DESNIVEL
52 m
Localidad: Adamuz
Dificultad: baja
Desnivel: 52 m
Duración:
Distancia: 2,2 Km
Partida coordenadas:
Llegada coordenada:
Río:
Flora:
Descripción corta: El inicio de la ruta comienza junto al arcén derecho de la carretera A-421, en la zona común de los alojamientos rurales y junto al panel descriptivo de los senderos de la finca.
El inicio de la ruta comienza junto al arcén derecho de la carretera A-421, en la zona común de los alojamientos rurales y junto al panel descriptivo de los senderos de la finca.
Nos dirigiremos al sur de las casas rurales Madroño, Adelfa, Durillo y Jaguarzo a través de un pequeño paseo de chopos. A la derecha se observarán dos antiguas porquerizas y la casa de Las Ratosillas.
Continuamos el sendero atravesando una verja metálica situada en el margen izquierdo de la A-421, que cruzaremos unos cincuenta metros más adelante para continuar en dirección oeste durante gran parte del itinerario, siguiendo un pequeño torrente estacional.
En estos primeros metros podremos admirar una gran diversidad florística, encontrándonos incluso las dos subespecies de lavanda (Lavandula stoechas subsp. sampaiana y Lavandula stoechas subsp. luisieri) en el misma área, facilitando su distinción in situ.Además, aparecen especies como encinas (Quercus ilex subsp. ballota), jaras pringosas (Cistus ladanifer), tomillo (Thymus mastichina), eucalipto rojo (Eucaliptus camaldulensis), aulaga (Genista hirsuta), romero (Rosmarinus officinalis) y multitud de pinos piñoneros (Pinus pinea). Podrá también observarse en este espacio una gran diversidad de briofitos (musgos y hepáticas) y líquenes tanto en las rocas como en los pies de las encinas.
Tras cruzar a la margen derecha, el sendero se adentra en el curso del citado torrente estacional durante un buen tramo, aumentando la dificultad en la progresión. Sin embargo, también aumenta la belleza debido al contraste entre los colores y los sonidos del arroyo con la gran altura de los troncos rojizos de los pinos que lo flanquean.
En el primer tramo, tras abandonar la carretera y descender hacia el arroyo, aparece una planta digna de especial atención, la mandrágora, Sus raíces son usadas desde tiempos inmemoriales en rituales mágicos y esto se debe a sus bifurcaciones, con cierto parecido a una figura humana. Incluso todavía se usa hoy día en algunas culturas. Sus flores, de color violeta, aparecen enotoño. Es, por tanto, una planta cargada de belleza y misterio.
Existen numerosos torrentes de agua que se cruzan por todos los senderos, desembocando todos en cursos fluviales más grandes como el arroyo de Las Ratosillas y el arroyo de La Marquesa. Éstos, a su vez, nutren con sus aguas al Río Varas y al Río Matapuercas, que se unen al sur de la finca para finalmente morir en el Embalse del Guadalmellato. En algunos tramos de los torrentes de agua como en el que se observa en este sendero , se levantan muros de pizarra que ayudan a canalizar el agua y evitan encharcamientos.
Continuando el descenso, se deja a la derecha un nuevo elemento etnográfico: un abrevadero, punto desde el cual la ruta continúa por la propia vaguada del torrente estacional. Si recorremos este tramo a primeras horas de la mañana, es posible disfrutar del juego de luces que irá apareciendo a través de los troncos de los árboles, cobrando el lugar una belleza muy singular.
Hacia el final del recorrido, el sendero gira hacia la derecha, ascendiendo y abandonando el arroyo, atravesando una repoblación de pino piñonero hasta conectar con un carril que se dirige hacia la Casa de Los Aparceros o “La Granja”. Comienza entonces un leve ascenso para llegar al lago artificial de la Casa Rural Quejigo, punto final del itinerario.
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